
Presenta Cultura Municipal libro de Cuento “Ignacio Padilla” 2025 que ganó Susana Malagón con “Nuestra niña de las moscas”
Con el propósito de impulsar, reconocer y apoyar la creación literaria de cuento la Secretaría de Cultura del Municipio de Querétaro, a través de Letra Capital, Fondo Editorial del Municipio de Querétaro, realizó la publicación de la séptima edición del libro al “Premio Municipal Ignacio Padilla” 2025.
Luego de su creación en el 2016, por primera vez el primer lugar del premio municipal de cuento Ignacio Padilla lo gana una mujer escritora, Susana Malagón con el cuento “Nuestra niña de las moscas”, el segundo lugar lo obtuvo el cuento “Cabezas de nevera o las cosas de las que no hablamos lo suficiente”, de Luis Carlos Velázquez Cortés y tercer “Ya no quiero ser Jacqueline Martínez”, de la autoría de José Leonardo Vega Cruz.
Como cada una de las ediciones, este libro se conforma de los textos literarios que ganaron el premio de la Convocatoria “Ignacio Padilla 2025”, la cual tiene objetivo difundir la obra de los nuevos escritores entre la sociedad queretana.
Este año el concurso municipal de Cuento “Ignacio Padilla” recibió 38 trabajos, de los cuales el jurado conformado por Franco Félix, Olivia Meneses Teroba y Mauricio Sosa dictaminó que los ganadores y menciones honoríficas del Concurso Municipal de Cuento “Ignacio Padilla” 2025, son:
Primer lugar para “Nuestra niña de las moscas”, de la autoría de Susana Malagón, un cuento impecable, original y maduro, que combina una imaginación desbordada con una estructura narrativa sostenida de principio a fin. Logra una estética perturbadora sin caer en el efectismo, con un lenguaje depurado y una trama que no se traiciona a sí misma. Desarrolla un escenario conocido para enmarcar la historia con atención y cuidado; dispone de motivos relacionados con el ambiente y la cultura para vincular a los personajes con su entorno. La escritura es clara, precisa y se toma el tiempo para narrar.
Segundo lugar para “Cabezas de nevera o las cosas de las que no hablamos lo suficiente”, de la autoría de Luis Carlos Velázquez Cortés, presentado con el seudónimo Grangaznate, un relato lírico, absurdo, cómico y atrevido; bajo su estética delirante, el texto esconde una tristeza profunda, construida no desde el drama, sino desde la ternura deformada. La voz narrativa mantiene con elegancia ese equilibrio inestable entre el nonsense y la melancolía, logrando un cuento entrañable y original, sin necesidad de solemnidad.
El tercer lugar para “Ya no quiero ser Jacqueline Martínez”, de la autoría de José Leonardo Vega Cruz presentado con el seudónimo de Jacqueline Martínez. Un cuento con recursos originales en la cuestión narrativa. El cambio de narrador es un recurso bien logrado por el autor. La trama está bien desarrollada con una premisa y conflicto principal claros. Un relato kafkiano sobre la disolución del yo en un entorno magisterial donde el deseo deja de pertenecernos; la metamorfosis aquí no es corporal, sino laboral y simbólica. Con un ritmo narrativo preciso y una atmósfera enrarecida, el cuento construye una alegoría potente sobre el desgaste existencial.
Asimismo, el jurado decidió otorgar tres menciones honoríficas a los siguientes trabajos: “Juegos de niñas”, de la autoría de Israel Zúñiga Rodríguez, presentado con el seudónimo de Lea. Perturbador sin alardes, construido con una sobriedad implacable y una tensión creciente, este cuento destaca por su economía narrativa y su brutal desenlace. Lo que parece una simple anécdota infantil se convierte en un relato sobre la crueldad ritualizada, narrado con la frialdad que exige la verdadera literatura de lo siniestro. Un texto de terror con bastante tensión, nos plantea bien su premisa y el conflicto, es arriesgado e inventivo.
“La insurrección del infectado”, de la autoría de Enzo la Loba, una sátira brillante del género zombi que consigue, contra todo pronóstico, ser fresca, hilarante y políticamente aguda. Con humor bien dirigido, diálogos filosos y una crítica social encapsulada en situaciones grotescas, el relato desborda inteligencia y timing narrativo. Ingenioso sin ser cínico, absurdo sin volverse ridículo.
“Chiles rellenos y arroz”, de la autoría de Francisco Manuel Ontiveros Ledesma, presentado con el seudónimo Ixtepec. Un texto con bastantes herramientas narrativas, aunque nos plantea el conflicto de la muerte de uno de los personajes desde un inicio, el autor lo va resolviendo bien. Bien estructurados los personajes y la historia. El final pareciera decantarse hacia lo esperado por el propio lector.
Cabe recordar que la edición 2016, la ganó Imanol Martínez González con Figuraciones del hogar; en el 2017, el primer lugar fue Jaime Hernán Martínes Rosillo, con El poodle de Pedro Infante, en el 2018 ganó Jaime Hernández Martínez Rosillo con Anímese a volar en parachute; en el 2019, Magdiel Torres Magaña con Los barcos que nos olvidaron, en el 2022, Héctor A. García Sánchez con El escritor de cuentos imposibles y en el 2023, Agustín Martínez Montoya con Dimint hummus.

